Hay 2 cosas que me rompe soberanamente las pelotas cuando estoy de viaje. Ya se que en unas vacaciones hay que solo relajarse y disfrutar, pero no puedo evitar mi genio y reparo en estas pequeñeces.
Una es que me confundan con un israelí (y en menor medida con cualquier otra nacionalidad) y me quieran vender en hebreo. Generalmente mi modus operandi es reaccionar con cara de enojado y contestando en tono elevado y en español, no solo para que no entiendan nada si no para que se den cuenta que no soy de donde ellos pensaban y noten mi molestia por esa confusión.
La segunda es que cuando me preguntan de donde soy y contesto "de Argentina" automáticamente, cual resorte, llega la contestación "aahh Messi". AAAAAAAAAAAJJJJJJJHHHHH Como me molesta eso!!. En este caso ignoro al charlatan por completo y sigo viaje.
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